Arxiu del Desembre 2011

Supervivència emocional infantil

“Los niños estaban solos” de Jorge Bucay

Una vegada més els infants ens donen  una lliçó als adults per sobreviure emocionalment

Su madre se había marchado por la mañana temprano y los había dejado al cuidado de Marina, una joven de dieciocho años a las que a veces contrataba por unas horas para hacerse cargo de ellos a cambio de unos pocos pesos. […]

Cuando el novio de la jovencita llamó para invitarla a un paseo en su coche nuevo, Marina no dudó demasiado. Después de todo los niños estaban durmiendo como cada tarde, y no se despertarían hasta las cinco. Apenas escuchó la bocina cogió su bolso y descolgó el teléfono.

Tomó la precaución de cerrar la puerta del cuarto y guardó la llave en el bolsillo. Ella no quería arriesgarse a que Pancho se despertara y bajara las escaleras para buscarla, porque después de todo sólo tenía seis años y en un descuido podía tropezar y lastimarse. Además, pensó, si eso sucediera, ¿cómo le explicaría a su madre que el niño no la había encontrado?

Quizás fue un cortocircuito en el televisor encendido o en alguna de las luces de la sala, o tal vez una chispa del hogar de leña; el caso es que cuando las cortinas empezaron a arder el fuego rápidamente alcanzó la escalera de madera que conducía a los dormitorios. La tos del bebé debido al humo que se filtraba por debajo de la puerta lo despertó. Sin pensar, Pancho saltó de la cama y forcejeó con el picaporte para abrir la puerta pero no pudo. […]

Pancho se dio cuenta que debía sacar a su hermanito de allí. Intento abrir la ventana que daba a la cornisa, pero era imposible para sus pequeñas manos destrabar el seguro y aunque lo hubiera conseguido aún debía soltar la malla de alambre que sus padres habían instalado como protección. Cuando los bomberos terminaron de apagar el incendio, el tema de conversación de todos era el mismo:

“¿Cómo pudo ese niño tan pequeño romper el vidrio y luego el enrejado con el perchero?”
“¿Cómo pudo salvar su vida y la de su hermano?”
“¿Cómo pudo cargar al bebé en la mochilla?”
“¿Cómo pudo caminar por la cornisa con semejante peso y bajar por el árbol?”
“¿Cómo pudo salvar su vida y la de su hermano”?
El viejo jefe de bomberos, hombre sabio y respetado les dio la respuesta:

Panchito estaba solo…  No tenía a nadie que le dijera que no iba a poder.

Poques són les reflexions que necessita aquest conte.  Però seguint en la dinàmica de sempre…

Alguns diran que és innocència, d’altres pensaran que és deu a la inexperiència del nen. Per contra, jo n’estic convençuda que des de la seva innocència i inexperiència, els infants únicament es basen en la pragmàtica i la visió emocional de la vida.  Fet que els permet no estar condicionats pel que ningú els hi pugui dir i actuen de la millor i única manera que saben. No voldria acabar el meu comentari deixant de banda un aspecte encara més important si cal.

El diàleg intern que el nen manté durant tot el conte.  L’infant no va obtenir cap tipus de reforçament positiu extern, únicament contava amb: la visualització d’un “Jo puc” i d’un autollenguatge positiu que repetia: “Jo puc” .

P.D. Ja he escrit la meva carta als Reis, vull un Panchito Grillo!!!

P.D.1. El conte sencer podeu trobar-lo al llibre de Jorge Bucay, Cuentos Para Pensar.

Avui ja és 25

Com van les festes?

Doncs; tristes, buides…

Just avui fa un any que no sentim la teva calentor.

Què no estàs entre nosaltres…

Què només ens queda el record de la teva olor.

Ha estat difícil;

No tocar-te,

No escoltar-te,

No veure’t,

No ensumar-te

No entrar a casa dient: Molts d’anys predrina!!!!

Però;

Te not present,

Te sent,

Te pens,

Te somi,

Te toc,

Te veig,

T’olor,

T’enyor.

T’estimam

P.D: Però sé cert que allà d’alt gaudiu de sopars exquisits sense haver de pensar amb el colesterol, que dormiu els dos aferradets i que jugau a s’escambrí mentre  “preniu la fresca” amb els veïns d’allà d’alt.

Una besada amb amor ben forta per tots els angelets de la guarda.